martes, 1 de abril de 2014

FRANCIA

La segunda vuelta de las municipales francesas viene a confirmar la debacle de los socialistas franceses en línea con las previsiones de los socialistas españoles. El socialismo se configura como partido de gobierno sin ideología, los ciudadanos le votan esperando un cambio de la orientación neoliberal actual y se encuentran con más liberalismo  económico aderezado con unas gotas de rancio progresismo social. Hollander sube al poder con un programa supuestamente de izquierdas para en Enero pegar un giro a la derecha ante las críticas a la situación económica, es como si necesitara el sello de la derecha económica para pasar como serio y responsable. La derecha defiende sin tapujos en todas las partes sus programas que como se han demostrado son desastrosos para la sociedad, no olvidemos que esta profunda crisis no la ha provocado un alto nivel salarial ni políticas estatalistas sino que es una consecuencia de los mercados financieros que han creado una pirámide especulativa sin base económica que al final nos ha llevado a la situación en la que estamos. Algo que apenas se mienta y que algunos ya mencionamos hace bastantes años es la actitud de llevar centros productivos a Asia para aprovecharse de los bajos niveles salariales y de protección social; tenemos fresco aún como hace unos meses han muerto en Bangladesh en una fábrica textil numerosas personas que estaban hacinadas sin ningún tipo de seguridad. La deslocalización no ha traído una mejora apreciable en los niveles de vida de esos países con la excepción de los caciques de turno, es cierto que hay bastantes asiáticos multimillonarios pero se carece de una clase media tal como la entendemos en Europa. Una muestra de ello tenemos en Japón uno de los primeros países de acoger el traslado de empresas, una sociedad sin costumbre consumista que es incapaz de hacerlo y se instalan en una deflación a la que a duras penas están saliendo en este último año gracias a las inyecciones masivas del Banco de Japón.
Esa actitud ha supuesto que se produzcan en Europa altos niveles de desempleo, la desaparición de la clase media y es el origen de la crisis galopante que padecemos. Si no hay fábricas es inconcebible que exista bienestar, pretender lo contrario es ser malintencionado o imbécil. Podemos afirmar que el mundo necesita que aquellas zonas que han tenido una poderosa clase media, Europa, EEUU, Canadá, sigan teniendo un alto nivel de consumo que sea capaz de dinamizar la economía del planeta.
Ante este panorama el socialismo se ha plegado a la globalización y ahora se encuentra con que las recetas antisistema provienen de la ultraderecha y son votadas por personas que anteriormente votaba izquierda, no son fascistas. Hay localidades francesas con ex-alcalde comunista en poder del Frente Nacional. El socialismo carece de ideología, sólo persigue gobernar sin ser una alternativa al sistema económico imperante y con un gran nivel de complejos ocasionados por la falta de la confrontación ideológica. Se ha olvidado de Marx y está preso del neoliberalismo económico.

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