viernes, 5 de octubre de 2012

25S

Habla Rajoy en la Asamblea de la ONU de que la mayoría de este país no se manifiesta a diferencia de los del 25S en Madrid. Pues sí, en eso tiene razón. Es para estudiar como en Barcelona sale muchísima gente, no importa si medio o un millón, y para protestar por la crisis, la actuación de los políticos y la supuesta miseria, apenas salen 6.000 ó 12.000 en Madrid, pienso que en Barcelona tampoco saldrían muchas mas aunque sería curioso que se hiciera la convocatoria para comprobar ese extremo. Ayer en Euskadi, la huelga ha tenido un impacto mínimo. Lo que me lleva a dudar de que realmente exista crisis, 5 millones de desempleados, 25%, y no son capaces de movilizarse. Con eso la derecha hará lo que le plazca porque se adueñan del silencio de la población y se sienten legitimados. Tenemos lo que nos merecemos y sólo protestamos y nos encendemos en las conversaciones de barra de bar con las amistades y los camareros. Sobre las imágenes de los incidentes del 25S me ha parecido vergonzosa y desmedida la actuación policial, recordándome otros tiempos y otros colores en los uniformes. No se explica que en el 2012, en un país de la UE, una concentración de protesta pacífica sea reprimida con esa furia. La actuación en la estación de Atocha podrían firmarla policías de Egipto. Policías de paisano incitando a los disturbios para que luego los uniformados pudieran machacar, parece que volvemos a tiempos que creíamos olvidados.

1 comentario:

  1. La mayoría silenciosa. Efectivamente la hay, al menos tal como la entendíamos hasta ahora.

    ¿Son razones suficientes, para no haya más muestras de rebeldía y de inconformismo, el descrédito generalizado de la clase política, de la política misma y de las instituciones democráticas, cuando precisamente una de las exigencias más repetida se refiere a una democracia real y más participativa?
    A simple vista una extraña paradoja.
    Por otro lado lo que está ocurriendo en las calles a partir de las redes sociales es un proceso nuevo que también está sin definir, pero que bien pudiera responder a las mismas razones.
    ¿Estamos dispuestos a movilizarnos, sí, pero siempre y cuando no haya de por medio ningún partido, sindicatos ni organizaciones más o menos “institucionalizados” o ”formales”?
    La sorpresa la puede dar sin embargo una respuesta masiva como la catalana ante una convocatoria precisamente de carácter muy “político”
    ¿Creen estos ciudadanos, quizás, que sólo desde otra forma de Estado se puede producir un giro de timón?
    A simple vista otra extraña paradoja.

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