sábado, 27 de octubre de 2012

Cambiar el sistema

El funcionamiento del sistema político actual, Democracia para los amigos, ha generado un descontento generalizado entre la población española e imagino que entre la europea por los datos de participación. Las maquinarias de los partidos políticos se han convertido en el verdadero leiv motiv de la democracia y el bienestar de los ciudadanos en algo secundario. A diario nos enteramos de diferentes formas de financiar el funcionamiento partidista siempre a costa de las arcas públicas. La población desconfía totalmente de ellos pero siendo justo entiendo ese proceder porque el ser humano mayoritariamente es así. Imaginemos nuestra empresa, de la que vivimos, empieza a estar en dificultades. Estoy seguro que intentaríamos mantener nuestro empleo con protestas, huelgas y lo que hiciera falta; en el caso de una empresa normal los medios son limitados pero imaginemos que vivimos de un partido político que está o toca gobierno. En ese caso sí que se incrementan las oportunidades y por qué en una contratación de una autopista no exigir al adjudicatario un canon "especial" para el partido. Luego está otro caso de ineficiencia y es el de los juegos de equilibrio internos que se dan en los partidos y cómo se pueden trasladar al erario público. Para entenderlo podemos poner un ejemplo: Yo presidente del gobierno y secretario general o presidente de mi partido (depende de la estructura que adopte) tengo a los barones de mi partido un poco contestatarios y se acerca el Congreso en el que quiero repetir como "jefe", varios posibles candidatos por lo que no tengo asegurada la reelección, cuento voluntades y la cosa va justa así que me propongo "ganar" a los indecisos; el de una provincia cualquiera, p.e. Soria, me dice que él quiere ganarse a sus conciudadanos y que una playa sería una buena medida porque así se potenciaría el turismo, los sorianos podrían hacer surf en zapatillas, bla bla bla. Dicho y hecho, traemos millones de toneladas de arena, la hacemos en forma de concha, con paseo y todo. Ante las críticas que podría levantar entre los de Cantabria o Cádiz, los sorianos dirían que ellos también tienen derecho a ver las olas y apreciar el olor a mar ¿quién no conoce algo similar en España? La alternativa a los partidos políticos es la Dictadura o la anarquía que tampoco me gustan. Quizás el establecimiento de listas abiertas en dónde la capacidad de los candidatos se valora mas que la obediencia al partido fuera una de las salidas aunque siempre existirían los partidos y su maquinaria; a un candidato no le sería igual que le apoyara el PSOE o PP que el de un partido minoritario. También se debiera hacer mas atractivo la actividad política a personas capaces y que se dirigen a la actividad privada por su remuneración. Pablo Isla, director general de Inditex (Zara) gana 18 millones al año, Rajoy creo que anda por menos de 100.000. Veamos en que situación está Inditex y en la que está España. Personalmente me quedo con Inditex aunque el jefe cobre ese salario y no me importaría que el presidente lo cobrara si España estuviera bien, sin paro. Lo que sí habría que reducir es el número de políticos que hay en España, eliminando ayuntamientos con menos de determinada población y cercanos a otros, Diputaciones, Autonomías o fusionando varias, se me ocurre Cantabria y Asturias, Rioja y Castilla, Navarra y Euskadi, Murcia y Comunidad Valenciana,..., suprimir el Senado, auténtico e inútil cementerio de elefantes. La existencia de muchos organismos no sólo es el coste sino la ineficiencia que se genera porque si hay muchas personas el decidir mover un papel significa tener que hacer reuniones, acuerdos, trapicheos, una pérdida de tiempo importantísima y a la vez costosa. Resumiendo, muchos menos políticos pero mucho mejor remunerados para que los grandes cerebros se sintieran atraídos. Y como en cualquier empresa, cuando un director hace mal su labor, los accionistas, ciudadanos, le destituyen y a por otro. Actualmente lo destituye su partido.

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